Con el paso del tiempo, todo evoluciona y se producen muchos cambios. Cambian las personas y su forma de vida, también cambian los edificios, los paisajes, los objetos, etc.
Hoy conocemos lo que ocurrió en el pasado y cómo era la vida de las personas antiguamente a través de distintos medios: textos escritos, leyendas, edificios antiguos o sus restos, cuadros, etc. Todos estos recursos nos ofrecen una información muy importante sobre los sucesos del pasado, por eso hay que cuidarlos y respetarlos.
Los museos son lugares donde se guardan, conservan y exponen al público objetos de valor histórico y artístico.
Durante un tiempo nuestra clase se ha convertido en un "mini - museo" donde guardamos, conservamos, manipulamos y exponemos objetos antiguos como estos:
Ana Isabel nos trajo este teléfono de clavijas, el cuál nos resulto muy curioso pues la mayoría de nosotros nunca habíamos visto un teléfono así.
Iván nos trajo esta plancha, en la cual se colocaban brasas dentro para planchar. Comprobamos lo que pesaba (sin brasas dentro) y nos hicimos una idea de lo fuertes que estaban las mujeres, que eran las encargadas de planchar, antiguamente...¡menos mal que no tenían tanta ropa como tenemos ahora!
Estas novelas antiguas, que también trajo Iván, nos llamaron mucho la atención... ¡no tenían ni un sólo dibujo!
Nos quedamos con las ganas de saber qué ocurría, sobre todo en la que se titula "ELENA".
En estas fotos antiguas que trajo Paula aparecen tres generaciones, la mamá de Paula, sus abuelos y bisabuelos.
Paula también nos trajo un cedazo con el que sus abuelos tostaban el azafrán.
Con esta cámara de fotos que trajo Iván nos lo pasamos chachi. Cada uno tenía que hacerle una foto a su compañero y...¡Vaya! ¿Dónde está la pantalla?, je,je,je. Había que mirar por un pequeño agujerito y apretar un botón. Después girar la ruleta y hasta que no revelásemos el carrete no sabríamos cómo habían salido las fotos. Con estas cámaras no se hacían tantos "selfies" como ahora.
Este teléfono lo trajo Miguel y todos hicimos una llamada al móvil de nuestros padres o a números inventados...
Alguien llamó al 555-555-555 para preguntar:
"¿Cómo se saca el dedo del número 5?"...ja,,ja,ja
Y el despertador que aún sigue utilizando la abuela de Nerea. Lo pusimos en hora y le dimos cuerda. Mientras trabajábamos en silencio podíamos oír su "tic-tac, tic-tac...". Y... ¡qué susto se llevó José María cuando sonó la alarma "riiiiiiiiiiiiiiiiing"!
María nos trajo un candil, con el que sus abuelos iluminaban su habitación. Nos faltaba la mecha y el alcohol para poder encenderlo.
Además de estos objetos, Alejandro hizo una entrevista a sus abuelos, los cuales nos contaron cómo eran las cosas cuando ellos eran pequeños y pudimos comprobar...
¡CÓMO PASA EL TIEMPO!
